Imagina que frente a ti tienes dos sillas: tienen las mismas características, son exactamente iguales y ambas cuestan 100 pesos, sin embargo, una de ellas se venderá más rápido y voy a explicarte porqué.
Quiero empezar diciendo que en los últimos 15 años de mi vida con negocios exitosos, negocios fallidos y mucho aprendizaje, he logrado tener una visión que por lo menos a mí me funciona. Que quede claro que no estoy proclamándome como el nuevo gurú que trae la solución para todos los negocios, sin embargo esta visión me ha ayudado a mí y a quienes la han aplicado, así que algo de VALOR debe de tener, pon mucha atención y dime si tiene sentido.
La premisa principal es la siguiente: En el mundo de los negocios quien agrega más VALOR al cliente gana, pero, ¿Qué es eso de agregar VALOR? Déjame explicarlo con un par de historias, se entiende mejor. La Guitarra Que Se Iba a Vender Sola Hace un par de semanas iba caminando por afuera de una tienda de instrumentos, volteé la cara y me encontré con una guitarra muy bonita, era una Les Paul Epiphone, color gris casi negro, a la vista era increíble, el precio era muy bueno, al tacto se sentía también muy bien, lo único que faltaba era probarla (quien sea un fanático de la música y las guitarras entenderá que las guitarras deben de tocarse antes de comprarse). El vendedor al darse cuenta que estaba viendo fijamente la guitarra se acercó, me abordó y empezó su labor de venta. Sinceramente no recuerdo que dijo porque yo estaba literalmente embobado viendo el instrumento, a decir verdad, la venta estaba hecha, sólo necesitaba escuchar la guitarra en un amplificador con una buena distorsión y yo estaba listo para ir a la caja a pagar (para los que no sepan, la distorsión es ese efecto que hace que las guitarras eléctricas suenen a rock).
Conectamos la guitarra a un amplificador (la bocina en la que se conecta la guitarra eléctrica para que suene) y la distorsión no funcionaba, el vendedor al ver esto, rápidamente fue a buscar otro. Conectamos la guitarra al segundo amplificador y tampoco funcionaba la distorsión, el vendedor al ver el segundo amplificador sin funcionar se derrumbó y me dijo que “no había forma de probar la distorsión porque ya no tenía más amplificadores.” En ese momento sentí frustración ajena por el vendedor, se le acababa se escapar una venta por no dar el extra, por no dar el 10% extra que está después del 100%, por no estirar las fibras, por no ir con todo por la venta. Solo lo vi fijamente, le agradecí por su tiempo y me fui de la tienda sin guitarra, el vendedor se quedó sin venta y todo por no agregar VALOR al cliente.
¿Qué es agregar valor? La respuesta es sencilla y profunda a la vez. En el mundo de hoy todos los bienes y servicios tienen un precio, ese precio podrá ser negociable o no, sin embargo la mayoría de los precios terminarán por estar en una media de mercado. Agregar VALOR significa hacer todo lo necesario para que el cliente reciba un bien o un servicio que el pondere como más valioso de lo que está pagando, es decir, estamos agregando valor, estamos haciendo más valioso el bien o servicio. Existen muchas formas prácticas de agregar valor, sin embargo yo lo resumiría como “hacer todo lo que sea necesario para sobre satisfacer las necesidades del cliente".
Seguramente ya pensaron en que hubieran hecho ustedes si fueran el vendedor de la tienda de música, hay innumerables respuestas que hubieran cerrado la venta como abrir un amplificador nuevo, ir a la tienda de junto a pedir uno prestado, pedir ayuda al gerente, pedirle al cliente 10 minutos en lo que se te ocurre algo y todas las que se nos ocurran.
Ahora voy a platicarles la historia de una familia que agrega valor a su negocio de forma increíble. La Comida Italiana Que No Tiene Precio Estábamos de viaje en Bacalar, mi cuñado, su novia, mi esposa y yo. Después de tomar un tour, le preguntamos al guía en dónde podíamos cenar algo rico, sin dudar un solo segundo nos dijo “tienen que ir al restaurante italiano”. Nos dio las indicaciones y llegamos a las 10:00pm. La sorpresa fue que había más de 40 minutos de espera, amablemente un señor italiano (claramente) nos apuntó en la lista y nos sentamos a esperar. Yo personalmente soy muy malo para sentarme a esperar, así que después de 10 minutos dejé a mis 3 compañeros de viaje y me acerqué a preguntar cómo iban las mesas y si pasaríamos pronto. El VALOR empezó en ese momento, no sólo me dijo muy amable que ya estábamos a más o menos 20 minutos de pasar, sino que se encargó de que se me antojara la cena que estábamos a punto de comer. Me platicó acerca de su platillo favorito, cómo hacían en casa todos los embutidos que llevaban las recetas, la forma artesanal de hacer el tiramisú, cómo cada dos días venían con la camioneta cargada de ingredientes frescos, de la forma en la que la masa de la pizza estaba hecha, platicamos todo el tiempo hasta que pasamos a la mesa. Como mi cuñado me veía muy entrado en la plática, se acercó y se integró a nosotros. La amabilidad, pero sobre todo la ganas de que nosotros como clientes nos sintiéramos cómodos y emocionados de probar sus platillos, hace que la comida tenga más VALOR, que el servicio tenga más VALOR y que yo como cliente me vea con mis necesidades sobre satisfechas.
Una vez en el restaurante nos atendieron de forma muy personal, la dueña llamó a su esposo y socio (que es el encargado de la cocina), nos lo presentó y estuvieron todo el tiempo pendientes de nosotros. La atención fue muy cercana, risas, bromas, preocupación sincera porque estuviéramos bien en nuestra estancia, etc. Al final de la cena nos regalaron a todos una copa de limoncello y estuvimos platicando con ellos de forma muy amena.
Como éramos la última mesa, estuvimos ahí hasta que cerraron y en ese momento me di cuenta de algo que hizo mucho sentido en mi cabeza, TODOS los días al terminar de atender a los clientes se sienta a cenar todo el equipo del restaurante. Esto te habla de la mentalidad de cercanía, calor y trato de personas que tienen los propietarios.
En mi punto de vista esto es una forma de agregar valor a un negocio de la industria restaurantera. ¿Cuándo fue la última vez que alguien hizo algo más por ti en un restaurante?
¿Cuándo fue la última vez que viviste una experiencia inolvidable en un restaurante? Cuando tienes un negocio o formas parte de uno, debes de estar muy alerta y agregar más VALOR a tus clientes, esta es la única manera segura en la que pase lo que pase con el mercado, seguirás siendo competitivo.
¿Ya pensaste cómo agregar valor es algo que puede darte beneficios en general? Así es, no solo en los negocios, en la vida, las personas de valor lograr en mayor porcentaje sus objetivos que las personas de poco valor.
Excelente Gracias por publicar esta información